viernes, 22 de julio de 2011

SORPRESAS TE DA LA VIDA

Una mujer se queda embarazada. Ella y su marido deciden tener el bebé. Hasta aquí todo normal. Llega el momento del parto y la madre primeriza da a luz a un bebé completamente sano y muy mono.

Ella está encantada hasta que la matrona, haciendo gala de su sabia experiencia, se le acerca para decirle lo siguiente: “Sé que ahora no se lo parece, porque todos los bebés son blancos al nacer, pero sus rasgos son inconfundibles; en cuestión de días la piel de su hijo se irá oscureciendo: es negro”.

Este dato es bastante curioso, sobre todo teniendo en cuenta que ambos padres son blancos… ¿qué cara se te queda cuando pares un hijo negro y tu marido es blanco? Y lo que es peor, ¿qué cara se te queda cuando tu mujer da a luz a un niño negro y tú eres blanco?

Aunque descifrarlo no tiene mucho intríngulis, remontémonos a nueve meses antes: mujer se va de fin de semana a Francia, conoce a chico negro en París, pasan juntos la noche y… el semental la deja embarazada en una sola noche, cosa que su compañero no ha conseguido en varios meses de matrimonio.

Dejando de lado conclusiones del tipo “ella es una zorra”, hay muchas maneras de verlo: mala suerte, falta de precaución, máxima efectividad, inconsciencia, demasiado riesgo, poca conciencia...

En cualquier caso hay una cosa que está clara, y es que no sabes cuándo la vida (o tu mujer) te va a sorprender, y hasta qué límites insospechados puede hacerlo.

Y por último, ¿es una historia real o inventada? ¿Es una anécdota altamente sorprendente o fruto de una poderosa imaginación? No olvidemos nunca que, como se suele decir, muchas veces la realidad supera la ficción.

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